La creatividad es una facultad inherente al ser humano, desarrollarla
o por lo menos no reprimirla, resulta no solo estimulante, sino
también saludable.
Hay algunos sencillos hábitos que nos ayudan a ello
Practica cuando puedas: Intenta trabajar un rato cada día 15 o 20 minutos son suficientes, haz un pequeño poema, escribe un micro-relato, pinta, esculpe, mira a tu alrededor con otros ojos y fotografía lo que te rodea. Con unos minutos es suficiente.
¡Ensimismate¡ Pasa unos minutos al día contigo mismo, a ser posible sin estímulos visuales ni sonoros, centrate en tus pensamientos, no es necesario que sean profundos, no es necesario que te preguntes por el sentido de la vida, centrate en cualquier tontería pero quédate solo contigo mismo.
Busca en tu día la satisfacción. Prográmate un momento para ti cada día al levantarte, aunque lo ejecutes más adelante y sobretodo ¡cumplelo¡. Son sólo unos minutos pero no son unos minutos dirigidos a la responsabilidad, al deber, sino a la satisfacción, haz lo que te gusta, lo que te da satisfacción, recoge ideas, absórvelas, lee, disfruta. Visitar el estado de satisfacción es una gran fuente de creatividad.
Imita a tus ídolos: El componente más importante del aprendizaje es la imitación, escribe como tu autor favorito, pinta como tu pintor favorito, imítalos¡¡, cuando el proceso creativo vaya madurando, tu propia obra saldrá sola.
Imagina: Practica ejercicios relacionados con la apertura imaginativa. Por ejemplo, con frases reiteradas que comiencen con palabras que abren ideas.. como: "Recuerdo que...", "Soy una persona que de niño...", "Me gusta...", "Me disgusta..."
Practica en grupo: Hay una cosa más satisfactoria que un cerebro pensando: dos cerebros pensando. La creatividad tiene mucho que ver con la sinergia . La estimulación de la creatividad en grupo es una experiencia que hace crecer el propio pensamiento.
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