Existe una gran tradición en el cultivo de tomates y hay muchísimas variedades entre las que elegir. Lo ideal es escoger variedades que no estén sometidas a procesos de hibridación porque son más sabrosas y están más adaptadas al terreno.
SIEMBRA: Sembrar en semillero protegido de marzo a abril. Lo ideal es sembrarlo a voleo en una maceta de unos 30 cm de diámetro. En estos momentos es importante mantener el semillero protegido del frio y con una buena exposición solar , así como un riego moderado.
TRASPLANTE: Cuando la planta haya alcanzado los 15 cm de altura se puede trasplantar a su destino definitivo.
Mientras el suelo tenga los nutrientes necesarios, las tomateras se adaptan bien a cualquier tipo de suelo aunque prefieren los suelos ricos y ligeros. Es necesaria una buena aportación de compost.
Es conveniente plantar las tomateras cada 50 cm y es necesario hacerlo en paralelo para facilitar el posterior tutorado con cañas.
CULTIVO: Cuando la planta alcance los 30 cm de altura conviene atarla a un tutor para que pueda trepar. La forma clásica de tutorar las tomateras es clavando una caña al lado de cada planta, teniendo cuidado de no dañar las raíces y el joven tallo. Una vez clavada una caña por tomatera, se deben cruzar a media altura y atarlas de forma que formen una X.
Para darles más estabilidad, poner otras cañas en horizontal que crucen toda la hilera por la zona de intersección que forman las cañas. Se atan bien y después cada tomatera se une a su caña.
Las tomateras necesitan abundante agua, por lo que es conveniente regarlas una vez al día en pleno verano, evitando el encharcamiento y manteniendo el suelo bien ventilado.
Cuando la tomatera empieza a crecer es importante despuntar los brotes que nacen entre el tallo principal y las ramificaciones porque de no hacerlo así, estos darían lugar a nuevas ramificaciones que impedirían una correcta fructificación.
Las tomateras tienen un importante crecimiento vegetativo y acabaran trepando por la práctica totalidad de las cañas. Se deben ir atando a medida que crezcan pero con cuidado de no dañar los tallos
Los tomates son plantas solanáceas y como en el caso de cualquier otra solanácea es importante no repetir su cultivo en el mismo lugar hasta transcurridos 4 años y en su sitio se plantarán leguminosas para recuperar el equilibrio del suelo.
CUIDADOS: Las plagas pueden ser uno de los problemas de las tomateras. Existen medios para evitarlas pero es aconsejable hacerlo prescindiendo de los sistemas químicos. Hay sistemas naturales como plantar perejil y ajos entre las tomateras. Lo mismo funciona con las cebollas. Otro sistema de ahuyentar las posibles plagas es plantar cerca de las tomateras tagetes.
RECOLECCIÓN: Los primeros frutos empiezan a madurar unos tres meses después del trasplante. Es importante saber escoger el momento de su recolección. Si quieres consumir de inmediato, se debe aguantar la maduración en la planta al máximo, así los degustaremos sabrosos y jugosos.
Si disponemos de variedades para conservar se recogen justo cuando comiencen a tomar color. Se tienen que colgar en un lugar seco y ventilado, donde acabarán de madurar. De esta forma se podrán degustar tomates durante todo el invierno.
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