Aunque la mayoría de los días nos levantamos de la cama con el firme propósito de echarle imaginación a la jornada, hay momentos y situaciones ante los que no podemos evitar sentirnos desasosegados, como si la vida no pudiera aportarnos otra cosa que problemas y contratiempos.
En estos casos es cuando más debemos recurrir a nuestra fuerza interior y cultivar desde ahí una actitud positiva que nos permita ver la vida desde otro prisma, para ello podemos:
PENSAR EN TODO LO BUENO. Dar gracias a la vida por todo lo bueno que hemos conseguido hasta el momento y por permitirnos disfrutar de nuestra pareja, hijos, padres y amigos es un acto de reverencia que no deberíamos perder de vista en momentos difíciles. Seguramente mediante este ejercicio encontraremos buenas razones por las que seguir en pie.
AFRONTAR LOS PROBLEMAS. Hay que situar el problema ante nosotros y analizar si realmente es tan importante como para minar nuestro estado de ánimo e impedirnos ser felices.
SONREÍR. Ver el lado cómico de las situaciones por muy espinosas que éstas sean, y optar por la sonrisa es una de las formas más inteligentes de alejar las preocupaciones. Sonreír facilita la comunicación más fluida con los demás, pero, sobre todo, hacerlo en los peores momentos implica ganarse a uno mismo.
AYUDAR. Ofrecer lo mejor de nosotros actúa como un potente antidepresivo, ya que de alguna manera dejamos de centrarnos en nuestros pesares al entender que no son la única cuestión importante.
DESARROLLAR LA CREATIVIDAD. Si queremos disfrutar de una vida más positiva debemos cambiar los parámetros de productividad, éxito y dinero, por los de creatividad y calidad, ya que sólo sintiéndonos satisfechos con lo que somos, realizamos y tenemos podemos experimentar una verdadera felicidad.
DIVERTIRSE. Sea en la naturaleza, en compañía, haciendo aquello que más nos gusta (viajar, hacer excursiones, leer, pintar, cocinar, bailar....) así como en el trabajo y en la rutina cotidiana es fundamental para mantener la ilusión que nos movía cuando éramos niños y exprimíamos al máximo el presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario