OLVIDAR EL TIEMPO

OLVIDAR EL TIEMPO Y SABER PERDERLO, ES A MENUDO GANARLO Y VIVIR DE UNA MANERA MÁS CERCANA AL PLACER.

Nunca como en nuestros días se había podido medir el tiempo con tanta precisión. Se han necesitado siglos para poder inventar instrumentos capaces de controlar minutos y segundos. Sin embargo, nunca el hombre había ido tan escaso de tiempo. Todo el mundo se queja de su falta y araña horas al sueño para alarga artificialmente el día. La mayoría vive inmerso en una carrera contrarreloj. Pero obsesionarse con el tiempo nos hace propensos a la angustia, al estrés, a la depresión...

Curiosamente, para dormir, concentrarse, relajarse, divertirse... no se puede ser consciente del reloj: Saber tomar el tiempo, reclamarlo para uno mismo, es saborear la vida de una manera más cercana al placer. Los griegos ya distinguían dos tipos de tiempo: el que se podía medir mecánicamente (kronos) y el que se vive (Kairós). Y es que es más importante no es cuantas horas pasan, sino cómo se pasan y ser capaces de gozarlas. Olvidarse del tiempo y saber perderlo es a menudo ganarlo. 

Hoy es viernes y empieza de nuevo un esperado fin de semana, un momento perfecto para perder el tiempo ganándolo, ¿por qué no empezar a practicar?