PODEMOS ENRIQUECERNOS PROBANDO OTROS COMPORTAMIENTOS
Me fascinan los buenos actores que son capaces de desarrollar los comportamientos y personalidades más dispares. Con su trabajo nos muestran que una persona es capaz de ser aquello que se proponga. Incluso algunos de estos artistas son capaces de concentrar las experiencias de cada uno de los personajes que han interpretado, todo lo contrario a encorsetarse en la rutina de su propio ego.
Dentro de nuestra propia jaula nos podemos sentir seguros, a salvo de la incertidumbre exterior, pero aún así no dejamos de estar encerrados. Vale la pena forzar los barrotes y atreverse a ser otros personajes diferentes, aunque solo sea un rato.
Para ello podemos aprovechar el trato con personas que probablemente no nos volveremos a cruzar y ante los cuales no tenemos porque repetirnos en nuestra versión habitual. De echo cada persona que conocemos nos descubre alguna cosa de nosotros mismos.
Podemos aprovechar las fiestas, los viajes para estos ensayos. Es interesante atreverse con situaciones que representan un reto para nosotros mismos. Por ejemplo, hablar en público o dar nuestra opinión sin reparos cuando nuestro natural es tímido.
Quizá con todo ellos descubramos que el personaje interpretado, es en realidad un aspecto de nuestra personalidad que no ha tenido la oportunidad de salir al teatro de la vida.
Manuel Nuñez
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