AL ENFRENTARNOS A LOS CONFLICTOS PUEDEN APARECER ALGUNAS RESPUESTAS AUTOMÁTICAS QUE DIFICULTAN NUESTRO CAMINO Y QUE MERECE LA PENA REVISAR
El escapismo y la tendencia a huir y evitar el problema no es la mejor solución pero tampoco lo es asumir las circunstancias y sin embargo postergar el cambio, porque por lo general el problema se va consolidando con el tiempo, pero además la angustia y la ansiedad que nos origina el mantenerlos en el tiempo podrían haber sido evitadas.
La baja tolerancia a la frustración es una gran enemiga que multiplica el sufrimiento y agranda el problema. Cuanto mayores son las exigencias (hacia la vida, las demás personas o hacia uno mismo) más facilmente aparece la frustración. Sentir frustración ante una situación que no agrada es natural, pero dejarse abatir por ella no ayuda en nada. Resulta más provechoso asumir que las cosas no son como deseamos, e intentar cambiarlas.
El mal uso del lenguaje es un arma de muchos filos. Frases como "es superior a mis fuerzas" favorecen el fracaso. Exigencias como "tengo que ser capaz" aportan una ansiedad añadida. Generalizaciones del tipo "todo el mundo me falla" o "siempre me ocurre lo mismo" no solo no responden a la realidad sino que ocultan los recursos que pueden resolver el problema. La Programación NeuroLingüística es una gran herramienta para detectar esos automatismos negativos y cambiarlos por patrones de lenguaje y pensamiento que propicien el éxito.
Demasiado a menudo colocamos nuestro ego en el centro de todo, identificándonos estrechamente con lo que hacemos o nos sucede. Nuestros actos pueden salir mejor o peor, pero nunca nos definiran como personas de forma definitiva, ni siquiera provisional.
Manteniendo una actitud positiva y creativa es como conseguiremos desarrollar las habilidades adecuadas para sacar el mejor partido cuando las dificultades sobrevengan.
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