SALIR DEL ESTANCAMIENTO

TODAS LAS PERSONAS TENEMOS EL DESEO DE PROGRESAR, DE SEGUIR AVANZANDO, Y CUANDO NO LO LOGRAMOS APARECE EL SUFRIMIENTO EN ALGUNA DE SUS FORMAS.

PERO LA CLAVE PARA QUE LA VIDA FLUYA, ESTA EN CADA UNO DE NOSOTROS

Poner en palabras sensaciones tan difusas como "el estancamiento" resulta muy difícil. Para algunas personas "estar estancado" supone un sentimiento vinculado a un ámbito concreto de su vida : el trabajo, la relación de pareja, un proyecto propio.... Para otras personas se trata más bien de un tono emocional que tiñe toda su realidad. Sea como sea, el estancamiento siempre implica la interrupción del curso o el movimiento de algo. Como el agua cuando deja de fluir porque encuentra un dique o una barrera, las personas a menudo nos sentimos atascadas en algún punto, esperando que ocurra algo nuevo que nos saque de este estado. Anhelamos algo diferente que llevamos esperando, pero una vez y otra, la inercia y el ritmo de las circunstancias nos arrastran hacia ese circulo pantanoso del que no logramos salir.

Nos sentimos estancados, creemos que estamos malogrando nuestros días porque no conseguimos alcanzar aquello que deseamos. Ante esta encrucijada existen dos opciones: reconducir nuestra vida y nuestras energías para seguir aquello a lo que aspiramos o mantenernos en el mismo lugar, acumulando más y más insatisfacción.

Cada uno de nosotros estamos sometidos a una constante transformación, nosotros no somos los mismos hoy que hace cinco años y nuestras células tampoco, las emociones y los pensamientos van y vienen sin cesar, por lo tanto la transformación y el cambio no solo nos define, sino que además son inevitables. Sin embargo, así como en nuestro organismo existe una fuerza que nos impulsa a cambiar y  a adaptarnos continuamente, también existe una fuerte tendencia que nos arrastra a seguir conservando nuestro estado.

Gracias a estas dos fuerzas antagónicas es posible nuestra supervivencia. Necesitamos tanto el cambio como la estabilidad para nuestra salud física, mental y emocional. Sin embargo la sensación de estancamiento aparece cuando nos resulta más difícil realizar un movimiento que mantenerse en la antigua situación, aunque esta no resulte satisfactoria. Por un  lado existe la necesidad de realizar un cambio y salir de la insatisfacción, por otro hay una parte que prefiere la comodidad de lo conocido y no es dada a arriesgar. De este desacuerdo proviene la sensación de bloqueo.

En esos momentos de confusión que caracterizan el estancamiento nuestro organismo se bloquea y se estrecha la visión, las salidas parecen turbias y difíciles y nos es complicado pensar con claridad. Incluso en ocasiones la sensación de bloqueo es indefinida y difusa. Sabemos que nos encontramos mal pero no sabemos por qué ni como solucionarlo. Por eso es útil saber primero de donde nace la insatisfacción a fin de comprender que aspectos de nuestra vida se encuentran encallados.

Es útil reconocer en que momentos de nuestra vida nos visita la sensación de estancamiento, cuando es más intensa y a que temas damos vueltas sin llegar a una resolución.  Una vez detectada el área que nos genera frustración habrá que preguntarse ¿Qué deseo en este aspecto de mi vida? ¿Qué me gustaría que pasara? ¿A donde me gustaria llegar?.

En los estados de estancamiento es común esperar a que sea el azar el que nos saque de esa situación: un golpe de suerte, un momento de inspiración, un cambio a nuestro alrededor, que alguien aparezca y nos rescate... Se trata de una estrategia mental muy común para reducir el agobio de sentirse estancado, pero no es una buena formula para romper el bloqueo , pues con ello dejamos sin resolver aquello que nos preocupa además de poner la solución a nuestros problemas fuera de nosotros. 

Uno de los descubrimientos mas importantes de la vida de cualquier  persona es darse cuenta de que su estado es ante todo resultado de su atención y su intención. Según a que decida prestar atención se sentirá mejor o peor , así no es lo mismo centrarse en lo que uno puede hacer, que darle vuelas a aquello que no puedes cambiar. Otro hallazgo interesante es descubrir que los obstáculos mas potentes no se encuentran fuera, sino en el interior. Nuestro margen de acción suele ser más amplio de lo que creemos, especialmente si deshacemos los nudos internos que frenan cualquier movimiento de cambio. Posibles nudos que nos atan, son por ejemplo esas creencias limitantes acerca de uno mismo: "no soy capaz",  "es muy difícil para mi", "ya no estoy a tiempo", tampoco ayuda postergar y postergar la busqueda de la solución a los problemas porque las dificultades suelen crecer cuando se dejan de lado. Otro freno es desconectar de lo que disgusta o preocupa, con lo cual se acumulan emociones  e informaciones sin digerir. La comodidad, el miedo o la pereza no son buenos amigos para superar los estancamientos. 

Quizá la pregunta clave en una situación de bloqueo sea: ¿Qué estas dispuesto a cambiar?. Si se desea romper la inercia se tiene que iniciar algún movimiento diferente: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Podemos liberarnos, por ejemplo, de actitudes y conductas antiguas que ayudan a perpetuar el mismo circulo vicioso, o de emociones saturadas que confunden y cargan la situación. Soltar aligera el exceso acumulado en el estancamiento. Todos estos pensamientos, dudas, sentimientos y conductas repetitivas pueden entonces empezar a diluirse para transformarse poco a poco en otra cosa.

Como ayuda puede utilizarse la imagen del agua en movimiento. Para fluir es necesario cultivar un estado de relajación en el que no existe rigidez ni represión, pero al mismo tiempo es necesario mantener una actitud dinámica y activa. No se trata de ir contracorriente, sino de estar más abierto, más conectado con uno mismo y utilizar el propio impulso, la propia fuerza para dirigirse paso a paso hacia lo que se desea

"Si siempre pones límites a todo lo que haces, físicos o de cualquier otro tipo, estos límites se irán extendiendo a tu trabajo, a tus relaciones, a tu vida. No hay límites, sólo hay estancamientos, y no tienes que quedarte ahí, tienes que superarlos." 

Bruce Lee.